Carl Sagan fue un astrónomo, astrofísico y cosmólogo, más que comprometido con la divulgación científica. Era su pasión y conseguía transmitirla en cada una de las tareas que llevaba a cabo.
Su vinculación con el programa espacial estadounidense arrancó desde sus comienzos, ya que trabajó como asesor de la NASA desde la década de 1950. Aparte de instruir a los astronautas o preparar experimentos, también fue el responsable del llamado“Disco de Oro” de las Voyager, un mensaje universal, con contenido de la Tierra y dirigido a posible vida extraterrestre, que sería enviado fuera del sistema solar con las sondas espaciales Voyager en 1977.
La serie de documentales “Cosmos: Un viaje personal” emitida en 1980 y creada y presentada por Sagan, fue todo un hito. Gracias a su sencillez y simpatía a la hora de divulgar ciencia, la serie documental acabó ganando un Premio Emmy y un Peabody y fue vista por más de 400 millones de personas de más de 60 países.
La serie “Cosmos” daría lugar a un posterior libro, continuación de los 13 capítulos. Además, publicó numerosos libros y artículos en revistas y diarios. Una de sus creaciones, “Los Dragones del Edén: Especulaciones sobre la evolución de la inteligencia humana”, fue reconocida con un Premio Pulitzer en 1978.
Algunas de sus contribuciones a la astronomía fueron cruciales, como por ejemplo, para el descubrimiento de las altas temperaturas superficiales del planeta Venus.
Entre sus cargos y nombramientos, fue cofundador de la Sociedad Planetaria, editor de la Revista Icarus, miembro del Consejo de Administración del Instituto SETI, Presidente de la Sección de Astronomía de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia o Presidente de la División de Ciencia Planetaria (DPS) de la Sociedad Astronómica Americana. Como curiosidad, ejerció de asesor en la película de Stanley Kubrick “2001: Una odisea del espacio”.
Sagan consumía -y defendía- el uso de la marihuana. De hecho, bajo el pseudónimo Mr. X, escribió un ensayo sobre este tema: “Marihuana Reconsidered” en 1971, donde exponía que el consumo de cannabis le ayudaba o inspiraba en algunos de sus proyectos o iniciativas.
Aparte de censurar a las grandes potencias por producir armamento nuclear, el astrónomo también mantuvo una oposición y crítica y muy constante contra las pseudo-ciencias.
El escritor de ciencia ficción Isaac Asimov comentó una vez que Martin Minsky y Carl Sagan eran las dos únicas personas que había conocido cuyo intelecto superaba al suyo.
Sagan falleció de neumonía en el Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson de Seattle, Washington (EE.UU.), el 20 de diciembre de 1996. Tenía 62 años.